No hay tiempo que perder, tenemos que seguir haciendo nuestras manifestaciones por la paz, porque estos enemigos de la paz o amigos de la guerra no cesan en su afán..., no quieren sentarse en la mesa de negociaciones, no quieren la paz...
La villana USA y su lacaya Europilla han empezado a armarse hasta los dientes, o al menos eso quisieran hacer pero no saben cómo.
Ucrania está quedando a la deriva... ¿De qué le ha servido al títere comediante venderse a la villana? ¿De qué le ha servido llevar al pueblo ucraniano al exilio y a morir en una guerra proxi, o por terceros? Y su ceguera de títere lo está llevando al abismo..., y Eurovasalla también está dispuesta a llevar a su pueblo a ese abismo... ¿De dónde viene ese servilismo al país del cine? ¿Qué tiene Sleepy Biden (otro títere) que hechiza a sus lacayos hasta el punto de que estos se opongan a su propio pueblo?
El sueño más idiota de todos, de la élite anglosionista inmoral, de adueñarse de los recursos naturales de Rusia, acabará autodestruyéndola... Por lo pronto, el títere comediante, si tiene un poco de cordura ya debe ir pensando en el suicidio por haber llevado a su patria a la muerte..., para favorecer a la élite anglosionista supremacista... ¿Y los demás cuellos blancos?... quien sabe si seguirán su misma suerte, si tienen la suerte de reconocer el mal que han hecho a la humanidad por un puñado de dólares...
No hay tiempo que perder... Tenemos que seguir haciendo nuestras manifestaciones con nuestras banderas blancas y pancartas. Tenemos que seguir haciendo nuestras ofrendas a madre tierra, Pachamama, tenemos que seguir ofreciéndole nuestras danzas y canciones..., nuestras oraciones...
Así continúan las disertaciones de los hermanos de la ley...
Katya se ha dirigido al grupo de Rosa para conversar con ella, sobre la invitación a los místicos a las reuniones por la Paz del Mundo. Ha saludado amigablemente a Rosa y Richard, y ha sido presentada a Silvino quién ya la conoce de vista, desde aquel día que ella le leyó las cartas a doña Killa... “¿Qué será de esa señora?”, se pregunta...
En ese momento se les une una señora de mediana edad, diciéndoles que ella también quiere apoyar a la causa por la Paz del Mundo, invitando a todas las congregaciones católicas de monjas y monjes..., a lo que ellas le agradecen muy encarecidamente... Y por si fuera poco, también se les acercan otros muchachos y muchachas ofreciéndose a invitar a los hermanos de las diferentes ramas evangélicas, a los mormones, a los testigos de Jehová, a los budistas, a los rastas y otros... Y así se ha formado un gran grupo encargado de invitar a los místicos de todas las congregaciones... Pero, nadie se ha postulado para invitar a los yoguis y a los hare hare… “¿yoguis y hare hare serán lo mismo?”, es una pregunta cuasi general... Entonces, Rosa y Katya se ven comprometidas a tener que invitarlos personalmente, incluso a los de la comunidad lgtb. Tal vez puedan ir mañana sábado por la mañana.
Buscan la dirección de los hare hare en Google, y encuentran que sus dos restaurantes vegetarianos en el centro se mantienen cerrados...
-Los cerraron por problemas y disputas internas -les dice un caballero que estuvo pendiente de la conversación de los muchachos sobre las invitaciones-. Pero ustedes los pueden encontrar en su finca que tienen por el lado de Paucarpata -y les da detalles de cómo llegar a ellos...
-¿Usted los ha visitado? -le pregunta Katya al caballero.
-Sí, los he visitado un par de veces... Me gusta la comida que preparan, es muuy deliciosa..., un néctar... Pero, ¿saben?, no me animo a ir más allí porque siempre me invitan a quedarme, y yo no estoy dispuesto a hacer “servicio” gratis para nadie, porque después uno termina siendo explotado, lo digo por experiencia. Pero les sugiero que vayan el domingo, es el mejor día. Los domingos siempre hacen una gran fiesta, hasta hacen teatro... La pasan bien esos pelados...
-Tengan cuidado con esas sectas, son peligrosas… -interviene otro vecino a la conversación...
-¿Por qué? -le pregunta Rosa con curiosidad.
-Porque le roban el alma a uno, señorita… Son como Fausto… -los hackers y Katya sonríen-. De veras muchachos, no se confíen, no sean tontos ni ingenuos…
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