¡Se sobrevive!
Pero muchos me tildaban de conformista, mediocre, perezosa, irresponsable por no hacer lo que la sociedad exigía de mí..., es decir, por no querer ser exitosa y súper productiva como todos, ¡Ave María!... Pero por favor, no se tomen nada de lo que digo como algo personal. Yo comprendo que uno tiene que trabajar para vivir...; lo único que estoy diciendo es que no nos matemos trabajando para consumir cosas tan superficiales que luego de usarlas hemos de tirarlas a la basura, como si nada... Si observamos bien, las cosas más industrializadas son las que precisamente carecen de valor...
Simplemente estoy planteando otra forma de ver el mundo, o de vivir la vida... experimentada en carne propia. ¿Qué tal si vamos practicando un poquito de austeridad para fortalecer el espíritu?
Hoy sonrío de aquel tiempo... en que sufría porque que a veces o a ratos me entraban las dudas y me atacaba el conflicto...; ¿no estaré yo equivocada al querer vivir lo que yo quería para mí?... Mas, mi corazón me decía que no, que no estaba equivocada... Hasta que me llegó esta frase del escritor alemán Herman Hesse (1877-1962), para confirmar mi elección; el joven Demián diría en su novela del mismo nombre:
"Solo quería intentar vivir aquello que tendía a brotar espontáneamente de mí ¿Por qué habría de serme tan difícil?"
Y también algo semejante diría el joven Werther, en la novela del mismo nombre del escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832):
"Toda regla asfixia los verdaderos sentimientos y destruye la verdadera expresión de la naturaleza".
Como vemos, muchos o pocos selectos ya decían lo que hay que seguir diciendo... Y así, hay tantas formas de decir que si no trabajas no morirás de hambre, a lo mucho, ayunarás.
Estas consignas fueron mi equipaje de viaje.
Una vez más yo elegiría seguir mi vocación, el llamado interno, espiritual, místico de la Divinidad Suprema de mi corazón... Que hoy..., estoy intentando armonizarlo con mi mundo externo... es decir con todos ustedes, compañeros de viaje...
También me decían que yo no iba a sobrevivir sin dinero... Sin embargo, gracias a las diosas y dioses sobreviví..., porque ellos, Sus Señorías, tomaron cuenta de mí, aunque ustedes no lo puedan creer. No en vano se dice que, "uno nace con su pan bajo el brazo", y es verdad. Mas, si uno quiere poseer más de lo que le corresponde, allí empieza el desequilibrio y el conflicto.
El filósofo rumano Mircea Eliade (1907-1986) también nos dice en su tesis de grado "Yoga, inmortalidad y libertad", que la sabiduría védica sostiene que cuando uno renuncia realmente a las posesiones materiales, estas se inclinan ante uno..., o, "quien pierde el techo gana las estrellas"...
Entonces, soltemos, relajemos..., respiremos hondo y... a cantar y bailar con alegría y devoción... para nuestra excelsa Divinidad Suprema personal, que continuamente está colmándonos de infinitas bendiciones.
¡Kausachun Perú!
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