viernes, 26 de mayo de 2023

AYUNAR Y ESPERAR

 Pero, ¿de qué vas a vivir?, me decía mi madre toda preocupada... cuando le contaba mis planes futuros... ¿Cómo vas a poder viajar si no tienes dinero en tu bolsillo? ¡Trabaja para que te des esos gustos!...

¡Ay mi madre! ¡Mi madre Elvira!...
Después lo entendió o me entendió..., que lo que yo quería era solo vivir una vida simple..., incluso solo vestir con ojotas...; porque, trabajar para tener tres o cuatro pares de zapatos..., para mí era una reverenda locura...
Claro que mi madre me entendió, porque ella misma era metódica, austera, no solo porque la hubiesen obligado las circunstancias de la vida a serlo; sino porque ese era su carácter, ahorrativa, buena administradora, como su abuela de padre, nos contaba ella, mi madre, que eso le gustaba de su abuela... No se puede despilfarrar, decía, hay que respetar el lugar donde vivimos, la madre tierra... Y así lo hacía mi madre, desde lo más básico, por ejemplo, separaba la basura, orgánicos e inorgánicos... Y los orgánicos, yo no sé como es que se las arreglaba para hacer sus propios composts, para abonar después sus plantas de maceteros... Esa parte me gustaba mucho de ella, y yo la tenía: tomar solo lo necesario de la tierra, de la vida...
Así, simplifiqué mi vida hasta en la comida..., y si no tendría para comer, ayunaría...; eso también lo aprendí de Hesse en su maravilloso Sidhartha... Ayunar y esperar es una puerta mágica que protege al caminante...
Luego, econtré en tierras védicas, esta humilde oración para cantar a nuestra madre tierra o madre divina o Madre Divina:
"Lo que yo extraiga de ti haz que enseguida renazca,
que yo no hiera tu corazón ni tus órganos vitales".
¡Más agro que industria!
¡Queremos más fiestas de cosechas!






No hay comentarios.:

Publicar un comentario