Mi padre y mi madre tuvieron razón, les gustaba la política, en eso se súper entendieron, decían que el ser humano es un ser político; mientras yo, desde pequeña, abogaba más por el lado espiritual.
Hoy, me atrevo a seguir sus pasos como una manera de honrarlos, porque a través de su activismo político comprendí que uno no es del todo un ser aislado, que también uno vive en comunidades; y por tanto, tenemos que vivir armónicamente entre todos, sabiendo "cuáles son nuestras justas libertades y cuáles nuestros verdaderos límites".
Mis padres fueron activistas del mismo partido político, en ese tiempo: Acción Popular, fundado por el Arq. Fernando Belaúnde Terry en 1963. En ese tiempo seguían gobernando las oligarquías, pero parecía que Belaúnde buscaba de alguna manera sacarnos de la pobreza y alienación cultural; lo que no sabíamos a ciencia cierta, en ese tiempo, es que los famosos gringos estaban detrás de nuestro gobierno peruano; o sea que éramos sus serviles.
Eso lo supe en la década del setenta, cuando mi hermana mayor, política como mis padres, defendía el derecho de los pueblos en sus marchas universitarias; eso yo admiraba mucho de mi hermana mayor y de sus camaradas universitarios, su nombre revolucionario era Merylan, y yo la acompañé un par de veces; mi hermana tenía en ese entonces diecinueve años y yo trece... Con estos camaradas es que aprendí que a los estadounidenses les decían yankis y gringos, y que no estaban de acuerdo con su falsa supremacía de autodenominarse "americanos", como si solo ellos fueran los dueños de todo el continente americano. Los universitarios decían que ¡todos somos americanos!... Pero..., el habilidoso discurso de los estadounidenses se impuso en el mundo entero con su doctrina Monroe: "América para los americanos", como si solo ellos fuesen los americanos, dueños de nuestro continente; y logró que en todo el mundo se les conociese como "americanos"...
What?
What?! What?! What?!...
Y, ¿hasta cuándo pues?
Un día detuvieron a los universitarios, era el tiempo del dictador militar Morales Bermúdez, mi madre tuvo que ir a la comisaría por mi hermana Merylan; y también vino mi padre para ordenarle que no ponga en riesgo sus estudios universitarios ni el trabajo de mi padre como servidor del estado, que en ese entonces era subprefecto (representante del presidente de la república) en la provincia de Cotahuasi.
"Uno tiene que adaptarse a las circunstancias como el agua"..., dijo mi madre y así lo hizo ella y también lo hice yo...; al mismo tiempo que mi crisis existencial me hacía buscar por lo opuesto a la política, no solo porque esta estaba por demás corrupta... sin sanación posible, pues íbamos de mal en peor...; sino porque en ese momento mi llamado era interior, el llamado divino del interior.
Así terminé dedicándome a resolver mi crisis existencial interna, intentando comprender (justificándome) que las circunstancias me empujaban a ello, pues a nivel social o comunitario, no había solución posible...; los tentáculos de los Estados Unidos (USA), estaban socavando nuestras energías y de otras partes del mundo, y no había nada que hacer..., solo aplicar la retirada.
Hoy podemos ver cuan importantes son ambos lados de la moneda, nadie puede decir que el día es mejor que la noche o al revés... También es importante reconocer al mismo tiempo que dicha moneda viene de algún lado, ¡dejémonos de gilipolleces! ¡Allí está la única jerarquía!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario