Si la física cuántica ya nos dice que somos energía -tal como nos lo decían nuestros ancestros..., "somos energía antimaterial, espiritual, consciente, eterna, divina..., plena de bienaventuranza"- corresponde entonces, luego de esa comprensión, indagar acerca de esa fuente de energía, ¿o no?...; para llegar a comprendernos completamente a nosotros mismos. Esa fuente -que para unos es llamado "Dios" y para otros es llamado "Divinidad Suprema"- no es otra que de la energía del "Amor Divino", que se manifiesta como unidad, dualidad y un infinito juego de multiplicidades. Divino significa sin lujuria.
No tenemos nada más que seguir la huella de nuestros ancestros para recuperar nuestro norte; ¿o es que vamos a continuar llevándole el amén a este absurdo sistema extractivista que nos lleva directo a las fauces de la muerte del cuerpo físico?... ¿Qué sabiduría hay allí?... El capitalismo es un sistema que tiende al "crecimiento indefinido", convirtiéndose en un depredador insaciable de unos recursos que son LIMITADOS...
Si queremos sobrevivir tenemos que simplificar nuestra vida..., pero eso sí, con pensamiento elevado. ¿O es que vamos a seguir siendo esos trabajadores explotados que consumen y consumen -luego tiran- los productos que ellos mismos elaboran bajo la bota de un patrón irreverente?... ¡Válganme diosas y dioses!...
¡Despierta pueblo de Europa!
¡Pueblo del mundo, uníos!
Siguiento el juego divino, no nos queda más que patear el tablero; puesto que los jugadores tramposos liderados por la villana, se han vuelto demoníacos. ¿Saben a quienes me refiero, verdad?
¡Libertad para el periodista Julián Assange!!
¡Libertad para nuestro presidente de la república, profesor Pedro Castillo Terrones!
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