lunes, 19 de abril de 2021

AMÉRICA

Debo confesar que cuando tomé conciencia de este especial nombre de mi hermana mayor (yo tendría unos cinco años), no me gustó mucho para ella, lo sentía muy fuerte o muy largo para una niña de once años, era el nombre de todo un continente… Era la época en que yo empezaba a comprender que América era para los americanos, por supuesto que yo no estaba de acuerdo con lo que habían venido a hacer aquí los españoles y otros europeos; y finalmente, los yanquis. ¡Qué eras tan afectadas por la codicia de los hombres!; no de las mujeres, ojo.

En ese tiempo, América era el nombre de un continente nuevo, de un paraíso donde Madre Naturaleza reinaba suprema con sus regentes como asistentes: la tierra, el agua, el fuego, el aire, el éter, el prana, la mente, la inteligencia... el alma… pero que, aquellos que habían llegado del viejo continente la habían ultrajado, lacerado, dilapidado, vejado, humillado… ¡la habían saqueado!...
¡Y la siguen saqueando, hasta sus propios hijos!
¡Dan ganas de llorar!
(de veras)
¡La siguen saqueando, este capitalismo y comunismo... vergonzosos, enfermos y perversos!
Ni el capitalismo ni el comunismo son buenos de por sí. Estamos viviendo en carne propia y viendo en el mundo que cualquiera de estos dos sistemas, está degradando y devastando el planeta, con nuestras vergonzosas actitudes de saqueadores... consumistas... egoístas...
¿Qué pretendemos? ¿seguir saqueando SIN FIN?
¿Hasta que cada uno de los siete millones de habitantes del planeta tenga su propio auto?, y entonces, ¿dónde los pondremos?
No puede ser que ese absurdo deseo sea nuestro norte, tenemos que revertir nuestros pasos hacia nuestro corazón... y nuestro corazón es solidario, respetuoso y austero por naturaleza...
¡Basta de explotación!
¡Basta de saqueo!
¡Dejen que gobierne el profesor Pedro Castillo en paz!
¡Esta vez hay que darle verdaderamente la oportunidad al pueblo para que vele por el bien común, ya que la otra gente no ha hecho nada al respecto!... No ha hecho más que hacernos crecer en egoísmo, un egoísmo mortal: primero yo, segundo yo, tercero yo... ¡Yo marcaré el lápiz! ¡Yo voto por Castillo!

Le acabo de leer a mi hermana mayor este artículo dedicado a ella, y ella me dice: "¡Envíalo!, tal vez tus palabras lleguen al corazón de algún afortunado y comience urgentemente su educación en casa, a ser más respetuoso. solidario y austero. esta es la herencia que debemos dejar a nuestros niños... No esto que se ve en estas tristes fotos..."
¡Ay hermana mía!... llevas el nombre de todo un continente... pero ahora siento que tu nombre, América, no es tan fuerte ni tan largo para una bella mujer fuerte de setenta años… Ahora, diría yo, ese nombre te cae como anillo al dedo; porque si bien es cierto, que uno adquiere los humores del nombre original, tú los has ido adquiriendo del nombre de este nuevo continente que, como el ave Fénix, está listo para emprender el vuelo místico de un victorioso renacimiento. Revirtamos esta forma mortal de vivir...






No hay comentarios.:

Publicar un comentario