Ayer primero de mayo, día del trabajador, el profesor Pedro Castillo rompió con el paradigma del debate estilo limeño.
Primero, el debate se llevó a cabo lejos de la burbuja capitalina, se llevó a cabo en Cajamarca, la tierra de Atahualpa, nuestro último inca.
Segundo, se llevó a cabo en espacio abierto, en un axis mundi, en un ágora, en una plaza de armas y lejos del smog industrial.
Tercero, fue el día del trabajador, día en que recordamos todas las luchas que el pueblo llevó a cabo para lograr su libertad, sus derechos y deberes.
El profesor Pedro Castillo llevó en su chaqueta el símbolo que nos identifica como peruanos y latinoamericanos, es decir, como seres místicos y políticos.
Por estos motivos, ayer primero de mayo, día del trabajador, fue un día muy auspicioso para el pueblo peruano; porque todos pudimos presenciar un debate limpio, organizado por nuestros hermanos chotanos con profesionalidad; y donde el profesor Pedro Castillo, con su oratoria clara y sencilla, nos dejó un hito en nuestra historia peruana, el comienzo de una gran transformación.
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