domingo, 29 de enero de 2023

¡OH, MUNDO!

Desperté intentando recordar mis sueños..., y la mente -como ustedes saben (así es la mente)- se me desbordó desbocadamente... sin control... No pude recordar mis sueños; pero sí, luego de un instante, se apoderó de toda mi visión... la imagen de una mujer de los andes cargando a nuestro Perú herido a cuestas...; entonces tomé conciencia de la famosa realidad... ¡Oooh, qué dura realidad!... El Perú, nuestro Perú, mi isla de Itaca, está luchando por salir de ese cruel entrampamiento en el que, propios y extraños -a madre tierra-, quieren seguir sometiéndolo.

Si los hombres y mujeres de antaño no hubieran ofrendado su vida por nuestra amada libertad, hasta hoy, para aquellos forasteros seguiríamos siendo animales de carga y mujeres sin alma... Pero esos hombres y mujeres de nuestra raza se impusieron, aunque los criollos (los primeros mestizos) nos mintieron que "éramos libres"... cuando firmaban el acta de "nuestra independencia".
Yo crecí así..., pensando feliz en que el mundo de más allá de nuestra casa, era como lo pintaban algunos libros misericordiosos...: bello y no macabro..., amoroso y sin odio... Pero de repente, esa realidad -que a su vez es ilusoria- se impuso ante mis ojos... y, ese fue mi más doloroso despertar.
El mundo estaba al revés, los que juraban, ante nuestra bandera, defendernos, nos mataban siempre..., sobre todo a los del sur, a los "más" serranos, a los del ande... Los costeños se vanaglorian de ser citadinos y de tener el mar inmenso...; y el mar es hermoso..., pero el mar... siempre está mirando con amor a la cordillera, esperando que bajen sus ríos para jugar con sus aguas dulces... Esta es la Pachamama, y todavía nosotros no entendemos ese maravilloso e inconcebible juego de la madre, del padre... y sus hijos... Aquellos que no respetan la creación, ¿qué son?
Veneramos la tierra porque somos hijos de la tierra, eso es sabiduría, pero será sabiduría completa cuando lo vivamos en carne propia, respetando cada planta, cada animal, cada persona, cada ente vivo de este planeta al que pertenecemos, no es que este planeta "nos pertenece".
El capitalismo ha puesto su estandarte en todo rincón del planeta: la economía, las finanzas, las industrias, la producción, el consumo... están a la orden del día ; y la moral... ¿qué?..., ¿qué hay de la moral? ¿Qué hay de los valores?... Somos, a nivel general, una sociedad capitalista global CARENTE DE PRINCIPIOS... donde reina la bestialidad... Porque los principios, los valores, la moral es el comienzo de toda sociedad civilizada; por eso todas las culturas tuvieron sus decálogos, que son, hasta ahora, casi todos parecidos (si no los mismos).
Todos estos decálogos tienen como primer principio: No matar.
Sin embargo, el gobierno peruano está masacrando a su pueblo como si fuéramos animales. Sin embargo, en Europa están a punto de librar la escalada más álgida de una guerra de intereses gringos. Tal vez el pueblo europeo esté deseoso de ir a esa lucha... ¿Este es el hombre (o la mujer) del siglo XXI? ¿Belicoso? ¿Corrupto? ¿Engañador? ¿Consumidor? ¿Violador? ¿Asesino?
¿Hay alguna sociedad en el mundo que todavía conserve un poco de cordura y priorice la paz sobre la muerte?
Sí, gracias a la Divinidad Suprema, sí la hay... y estas son nuestras sociedades ancestrales. Hoy más que nunca debemos unirnos para el renacer de nuestro Abya Yala o América Latina que, como en todo parto... su (re) nacimiento está siendo muy doloroso...
Oremos por la justicia social, la paz y el amor en el mundo.
¡Vamos pueblo...!
¡El pueblo no se rinde...!
¡Gracias pueblo peruano...!
Perdóname Perú por no estar físicamente en tus filas, pero como ves, estás en mi corazón y en mis pensamientos.



LA TIERRA ES NUESTRO HOGAR

Uno debe tomar de la tierra y de la atmósfera solo lo que puede incorporar dentro de sí.
Los sabios védicos cantaban en su himno a la tierra:

“Lo que yo extraiga de ti haz que enseguida renazca, que yo no hiera tu corazón o tus órganos vitales”.




MUJERES

Es el título de una magnífica obra de Eduardo Galeano, escritor uruguayo.
Gracias Eduardo Galeano por ayudarnos en nuestra lucha por cerrar las venas abiertas de nuestro Abya Yala.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario