Hice mis estudios universitarios en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), Perú, durante casi todo el período de la dictadura militar del general Morales Bermúdez (1975-1980); en ese tiempo eran comunes los toques de queda, el estado de emergencia y otras represiones por las protestas del pueblo -sobre todo de los universitarios-, ante la crisis política y económica que se vivía en el país; y que hasta hoy se vive, lamentablemente. Hoy, con estos hechos políticos recientes en nuestra madre patria, vuelve a hacerse presente en nuestros corazones, la misma impotencia ante esta despiadada corrupción, descaro y maldad de la clase política gobernante, que sigue teniendo secuestrado a nuestro país.
Mi único sueño de ese entonces, era terminar mi carrera e irme del país, de la patria..., de la casa materna... en busca de nuevos horizontes, en los que estaba implícito la búsqueda de mi propio yo... y mi destino...; porque no le veía salida alguna a aquella pesadilla de corrupción, intriga, explotación, crueldad y otros reveses que se vivía en nuestra sociedad... Entonces vivía el impulso de abandonarlo todo para empezar todo de nuevo en alguna tierra que fuese más justa..., más noble..., donde existiese la justicia, la paz y el amor...; aun a costa de abandonar a todos los míos que eran mi vida entera (por eso me sentía ser la oveja más negra de mi familia); pero..., "yo regresaría algún día con la buena nueva para compartirlo con todos".
Y me fui, me embarqué en una de las aventuras más increíbles de la vida, porque dudaba mucho en desempeñarme como arquitecta en ciudades que ya empezaban a colapsarse. Por eso, con una mochila y un sol en el bolsillo comenzé la travesía hacia aquel mundo añorado, que era el mismo paraíso del que hablaban las escrituras reveladas de todas la religiones existentes. Más, iba descubriendo que el mundo era el mismo en toda parte por donde yo iba...
Así fue que llegué a los hare hare..., "por fin una luz en el camino"... Mas, lamentablemente, esta comunidad estaba, a su vez, secuestrada por otros delincuentes que se mostraban más santos que todos los santos... Sin embargo, allí me quedé unos buenos años, viviendo como en una burbuja..., lejos del caos que significaba la patria con su política corrupta. Así serví en esta comunidad con mis escritos, mis diseños y con la construcción de un ashram o monasterio (de adobe en Lima-Perú y de piedra en Bogotá-Colombia)...; pero pero no sólo fuimos un equipo de diseñadores, constructores, pintores..., donantes..., entre otros; sino, fuimos cientos de "soldados espirituales" que pusimos el hombro, convencidos de estar creando una comunidad donde todo el mundo podría vivir, tal como era el deseo de su líder principal, el autoluminoso Srila Prabhupada. Desafortunadamente, incluso antes de mi salida de aquella comunidad, aquel ashram cambió de funciones y de nombre, poniéndose más al estilo de Disneylandia. Y yo, al abandonar dicha comunidad continué con mis actividades de estudio y escriba, más que de arquitecta; e incluso me dediqué a editar, imprimir y distribuir mis propios libros de yoga (gracias al apoyo de mi hermana mayor residente en Santiago de Chile, en ese entonces), vendiéndolos en pleno centro de la ciudad..., a la altura del terminal del metro Los Leones, Tobalaba e inmediaciones...
La luz que yo había encontrado en los hare hare era el sentido de nuestra existencia..., que de una u otra manera fue una nueva visión también para mi madre y otros de mi familia... "Ser profesional o técnico o viajero o vendedor o hija o hermana o tía... eran solo vestidos transitorios de mi personalidad ilusoria y mundana... Nosotros no somos este cuerpo hecho de materia, sino, somos energía pura, energía que no se ve... pero se siente..., siendo nuestra verdadera identidad la de ser un sirviente de nuestro Ser Supremo o Divinidad Suprema personal."
Hoy, a mis más de sesenta y cinco años..., no he cambiado en mis aspiraciones. Sigo soñando con un mundo más justo y digno para nuestras generaciones futuras..., y si bien, interiormente o místicamente, sigo siendo una sirviente de mi Divinidad Suprema personal; exteriormente o políticamente, soy una activista por la justicia social, la paz y el amor, al servicio del pueblo y de su causa común...
Hoy, cuando ya algunos amigos y amigas mías han empezado a irse de este mundo de ilusiones, recordándome que en cualquier momento yo puedo ser la próxima..., dejo aquí por sentado mi feliz sentimiento de esperanza porque este pueblo mío está haciéndose cada vez más fuerte y más despierto..., por lo que pronto ha de lograr por fin su soñada victoria de ser un país libre y soberano.
POSTALES DE LA PAZ
La primera foto es un presente que acabo de recibir de una de mis viejas amigas de Facebook (Esther Elizabeth Mallqui Laurente). Me alegró mucho este regalo... que no dudé en registrarlo en su contexto. En esa foto estoy en el Eco Truly Ashram (cuando estábamos en su pleno diseño y construcción), en el cuartito que ocupaba mirando al mar, allí había un camarote... y yo tenía mi tablero de diseño con mi regla T, escuadras y escalímetro; cuando ni siquiera se soñaba con AutoCad u otros softwares.
En la siguiente foto estoy con algunas amigas y "ayayeros" de ese par de truhanes, el alemán y su mascota chilena.
Empezando de izquierda a derecha, la segunda joven es Gopa Kumara, Gokula, yo, una joven de Antofagasta, Manah Siksa de Suecia, Bhakty, Tapasby (uno de los capataces del alemán), los dos truhanes y así sigue la lista de lacayos.
Creo que las otras fotos hablan por si solas.
La primera foto es un presente que acabo de recibir de una de mis viejas amigas de Facebook (Esther Elizabeth Mallqui Laurente). Me alegró mucho este regalo... que no dudé en registrarlo en su contexto. En esa foto estoy en el Eco Truly Ashram (cuando estábamos en su pleno diseño y construcción), en el cuartito que ocupaba mirando al mar, allí había un camarote... y yo tenía mi tablero de diseño con mi regla T, escuadras y escalímetro; cuando ni siquiera se soñaba con AutoCad u otros softwares.
En la siguiente foto estoy con algunas amigas y "ayayeros" de ese par de truhanes, el alemán y su mascota chilena.
Empezando de izquierda a derecha, la segunda joven es Gopa Kumara, Gokula, yo, una joven de Antofagasta, Manah Siksa de Suecia, Bhakty, Tapasby (uno de los capataces del alemán), los dos truhanes y así sigue la lista de lacayos.
Creo que las otras fotos hablan por si solas.
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