Arjuna (Aryuna) era un príncipe, un guerrero, un erudito..., primo y amigo íntimo de Krishna (la representación parcial de la Divinidad Suprema del corazón, porque su otra parte es Sri Radha); sin embargo, no conocía todo lo referente a él. Nunca antes había visto ni oído nadie acerca de su maravilloso ser conteniendo todo el universo, lleno de formas multicolores y emociones de infinita variedad... Entonces, Krishna, el amo de los sentidos y de los poderes místicos le dijo:
Como no puedes verme con tus propios ojos (materiales)
Te daré ojos divinos para que puedas hacerlo...
¡Mira! ¡Mira mi opulencia mística! //8//
Y...
Partha (Arjuna) contempló la forma universal de la Divinidad Suprema del corazón..., expandiéndose, dividiéndose en el firmamento cual infinitos rostros con infinidad de bocas e infinitos ojos mirando por doquier. Divinos ornamentos, divinas armas portadas, visiones maravillosas... llegaban, pasaban, parecían quedarse, se renovaban, cambiaban... multiplicándose sin cesar. Su cuerpo untado de fragancias celestiales, enguirnaldado, vestido con ropas suntuosas; resplandecía maravilloso, majestuoso, ilimitado, supremamente atractivo, incomprensible, aterrador... Si cientos de miles de millones de soles aparecieran en el cielo al mismo tiempo, no podrían compararse con una sola chispa de su mágico esplendor... La Divinidad Suprema no solo le reveló su Brahman Supremo, el lugar de reposo de todos los semidioses, semidiosas y demás manifestaciones del universo, sino también le mostró cómo sus formas de pareja divina como Lakshmi y Vishnu, que incluyen a Paramatma, emanan de ella.
La gran batalla de Kurukshetra, la primera gran guerra del mundo, la vieron los semidioses y semidiosas de acuerdo a sus temperamentos respectivos; mas, la forma universal de la Divinidad Suprema como Radha y Krishna, el origen de Lakshmi y Vishnu..., solo la vieron sus bhaktas, sus sirvientes perdidamente enamorados de ellos, a quienes les concedió ojos divinos por su gracia y misericordia.
Sobrecogido de estupor, asombro, temor, erizado el cabello..., el héroe (Arjuna) inclinó la cabeza y juntando sus manos en actitud de reverencias le oró a la deidad creadora del universo:
¡Oh Divinidad Suprema del corazón! Veo a todos los semidioses y especies de vida dentro de ti. Contemplo por doquier tu divino cuerpo ilimitado... de innumerables rostros, ojos, bocas, brazos, vientres, piernas. Aunque eres imposible de ver por tu inconmensurable resplandor ardiente como el sol, te veo armado con yelmos, mazas y discos relucientes. ¡Oh Divinidad Suprema del universo y del corazón! Eres la personificación de la Verdad Absoluta, objeto supremo del conocimiento, refugio del universo, protector del dharma eterno. Eres la personificación del Amor Divino, objeto supremo de adoración, contemplación y servicio inmaculado... Eres inmutable, origen sin principio, medio ni fin, inagotable, de poder infinito. El sol, la luna, son tus ojos que con tus bocas llameantes abrasan el universo, impregnando el cielo, la tierra, todas las direcciones. ¡Oh Mahatma (gran alma)! Los tres mundos tiemblan de espanto al ver tu increíble, maravillosa y aterradora forma universal… Semidiosas y semidioses entran rendidos en ti, temerosos, ofreciéndote oraciones con las manos juntas..., los sabios perfectos te alaban con himnos y aclaman:
“¡Que lo auspicioso prevalezca en el universo!”
¡Oh Amor Divino omnipresente! Al ver tu colosal forma universal, el mundo tiembla al igual que yo. Pierdo el control de mí mismo, mi mente se perturba, se estremece mi corazón. Al ver tus rostros ardientes semejantes a la muerte, tus bocas feroces de brillantes dientes como el fuego que aniquila el universo; me encuentro desorientado, perdido, sin consuelo. Por favor, sé misericordioso conmigo… ¡Oh Amor Divino! ¡Oh Morada del Universo!
Los hijos del mal y sus reyes aliados...; y nuestros principales guerreros se precipitan enajenados hacia tus bocas hambrientas cual monstruosas cavernas de pavorosos dientes. Así como los caudalosos ríos corren impetuosos hacia el mar sin límites, estos héroes poderosos entran en tus bocas terribles, como insectos que sin resistir se lanzan a la muerte en la llama ardiente. ¡Oh Sri Sri Radha-Krishna! Te veo devorar a todo ser viviente con tus lenguas furiosas. Estás abrasando e iluminando el universo entero con los omnipenetrantes y brillantes rayos de tu magnífica aura divina. ¡Oh Verdad Absoluta de forma tan feroz! ¡Oh Controlador Supremo! Te ofrezco mis más respetuosas reverencias…, concédeme tu gracia… ¡Oh Divinidad Suprema original ¡Dime, dime quién eres por favor! Ansío conocerte, saber de tu misión…
La Divinidad Suprema dijo:
Yo soy el tiempo, poderoso destructor del mundo
He venido a aniquilarlos a todos, aun si no tomas parte //32//
Solo actúa como mi instrumento en esta gran batalla
¡Oh Savyasaci! ¡Oh hijo de Pritha! ¡Pelea! ¡Vence a tus enemigos!
¡Disfruta de un reino floreciente! //33//
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