El templo es un gran cuadrado (de seis por seis metros de lado, más o menos), a diferencia de los templos cristianos que se levantan sobre una cruz latina. Son cuatro portales con arcos de estilo hindú, dirigidos hacia las cuatro direcciones… En realidad, el templo es un yantra...: el yantra a de la divina unidad y multiplicidad..., los dos lados de una misma moneda...
En el centro hay un pedestal sobre el cual descansan de pie sus señorías Radha y Krishna. Alrededor, en el piso alfombrado hay cojines en los cuales uno puede sentarse para contemplar a sus señorías indefinidamente... El efecto óptico de ver a la pareja divina en continua transformación es asombroso. Tan luego estamos observando a sus señorías, en su forma original de Radha y Krishna, ya se presentan en su forma de Lakshmi y Vishnu, luego en su forma de Saraswati y Brahma, y luego de Shakti y Shiva...
–Sin embargo –les dice una voz suave detrás suyo, y Rosa y Katya se vuelven rápidamente, para toparse con una mujer entrada en años, trigueña, algo delgada, lleva un sari de coloridas flores finas sobre un fondo verde, cabello semi plateado sujeto en una cola, y en su frente lleva -recién hecha- la marca de los hare hare–; también tenemos la opción de ser observados por ellos, ¿verdad?, inténtenlo –las anima a cambiar de percepción..., y ellas quedan como hipnotizadas ante esa mágica visión de pasar de ser sujetos a simples objetos..., miserables y divinos al mismo tiempo...
–¡Oh!
–¡Oh! -ahogan su voz en una exclamación casi agonizante por tal sentimiento desconcertante...
–Mi nombre es Rama Devi -se presenta una de las líderes de esta misteriosa comunidad–. Vean ustedes el prodigio de lo que puede hacer la inteligencia artificial... Este sería su buen uso, y no el diseño de armas mortales, ¿no? Ni de “niños in vitro” que se muestran en catálogos modernos... El universo donde nos encontramos es un universo temporal, relativo, limitado...; donde las formas cambian constantemente de ilusión en ilusión... ¿Qué ganamos intentando progresar en tecnología si esta nos conduce a la muerte?
–¡Es un suicidio absurdo! –exclama Rosa sintiendo que tienen mucho de identificación.
–Por supuesto que también cuentan con nosotros, queridas amigas de la paz –les dice Rama Devi, como si fuera el mismo yogui que no hace mucho acababan de visitar...; eran las mismas palabras, el mismo sentido, la misma entrega, la misma energía– ¿Y cómo participaremos? Siguiendo con nuestra práctica diaria de ofrendarnos a la madre divina para protegerla, así como ustedes ya lo están haciendo perfectamente, ofreciéndole a Pachamama las ceremonias del fuego sagrado..., los alimentos, bebidas, danzas, canciones, mantras, oraciones..., el sonar de los pututos..., el flamear de las banderas blancas..., y también se están ofreciendo a sí mismos con amor... Nosotros también contribuiremos con tales ofrendas, además, con el canto del maha mantra...
hare krishna hare krishna, krishna krishna hare hare
hare rama hare rama, rama rama hare hare...
Que es una invocación directa a la Pareja Divina para que nos ayude en esta empresa de restablecer nuestro vínculo con ella, y nos otorgue la paz, la armonía, la sabiduría, el amor... ¡el amor! que tanto ansiamos…
–¿Por qué los yoguis cantan el mantra semilla om y ustedes el maha mantra hare krishna? O, ¿por qué son diferentes?
–Om es Brahman, invoca a la energía cósmica que permea el universo... Om es el uno, la unidad, lo andrógino..., del que se despliega la multiplicidad... Hare krishna invoca a ese uno como la pareja divina y su multiplicidad, al mismo tiempo…
–¡Oh!, para mí eso es algo difícil de digerir de buenas a primeras –dice Katya.
–El conocimiento debe alternarse con la práctica para obtener el resultado final, o deseado, que es la realización.
–¿Está usted sugiriendo que debemos practicar su proceso?
–No el mío o el de nuestra comunidad, expresamente, sino cualquier otro proceso místico o espiritual con el cual se identifiquen para despertar ese lado inherente de nuestro ser... Solo hay dos caminos para elegir en esta vida: el de la verdad y el de la ilusión. El de la verdad es permanente, eterno... El de la ilusión es cambiante, relativa... Nos encontramos en el mundo de la ilusión..., es hora de conocer el otro lado..., por el cual estamos siendo invitados constantemente..., a conocer nuestra eternidad llena de sabiduría y bienaventuranza; pero no solo en la teoría sino también en la práctica y realización. Es un proceso gradual... ¿Por qué no se quedan a nuestra fiesta de la tarde? –las invita de pronto, cambiando de tema– Compartiremos una conferencia sobre El Bhagavad-gita, luego una adoración a sus señorías y finalizaremos con la degustación de platillos y postres vegetarianos.
–¡Oh, no es posible! –dice Katya, mirando repentinamente a Rosa como buscando su aprobación.
–No podemos hoy –apoya Rosa con sincera resignación–. Nos esperan en la plaza de armas… Se está gestando una gran manifestación.
–Todo bien. Pueden volver cuando quieran -les dice amablemente la anfitriona-. Este próximo sábado, por ejemplo, celebraremos Shiva Ratri, tal vez se animen a acompañarnos... En tanto, nosotros estaremos presentes en vuestras reuniones. Solo tienen que avisarnos por medio de las redes sociales. Tenemos muy buena señal de internet, por lo menos nos llega muy bien hasta la recepción y la oficina de cómputo. Es la donación de una bondadosa familia que tiene los medios de hacerlo…
–¡Qué fortuna! –exclama Rosa con ojos vivaces, yendo de sorpresa en sorpresa…
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