martes, 5 de marzo de 2024

¡NITAI Y GOURANGA!

Es un día vibrante, hay mucha alegría en el corazón de AQP, a pesar que hay signos de una inevitable confrontación global. La gente está feliz, simplemente por el hecho de reunirse para exigir una causa justa: la paz, la neutralidad, el amor..., ¡el amor!...
De repente, se está haciendo, espontáneamente una gran manifestación por la Paz del Mundo... Van apareciendo algunos colectivos de danzas y canciones..., acompañados de sus pututos sonoros y sus banderas blancas, haciéndose cada vez más innumerables, flameando..., como jugando con las nubes blancas del cielo interminable...
Katya se une a Rosa, Richard y Jordanio, apenas los ve llegar...
–En la municipalidad también debe flamear la bandera blanca de la paz, en el centro, entre la bandera peruana y la arequipeña –dice de pronto una adolescente, y la gente que la escucha dirige su mirada, automáticamente, hacia lo alto del Portal de la Municipalidad y dicen:
–¡Cierto!
–¡Cierto!
–¡Cierto! -exclaman por todos lados. Y deciden agregar esta solicitud a la orden del día.
De pronto, entre los colectivos se ven a los hare hare que se van acercando, danzando y cantando felices:
¡Nitai y Gouranga!
¡Nitai y Gouranga!
¡Nitai y Gouranga!
Es un grupo grande de hombres y mujeres que están tocando pequeños címbalos, tambores con parches laterales..., un organillo... Se les ve medio exóticos..., como venidos de otro mundo... con su marca en la frente…, dos líneas amarillas en forma de u y una hojita en su base…; para muchos.... quizá... algo incomprensible... Ahora están cantando su famoso maha mantra:
hare krishna hare krishna, krishna krishna hare hare
hare rama hare rama, rama rama hare hare...
Un hare y una hare pasan invitando a la gente a que los acompañe a cantar esos mantras divinos..., entregándoles unos volantes donde está escrito ese maha mantra, y en el reverso está la dirección de su ashram o monasterio o comunidad... La gente les recibe los volantes, algunos los acompañan aplaudiendo, otros se atreven también a cantar, otros los miran curiosos... Una niña les saca la lengua... “Eso no se hace”, le dice su madre apenada de que alguien más hubiera visto esta malcriadez de su hija, “hay que ser respetuosos con nuestro prójimo”, le amonesta... y la niña le sonríe... como arrepentida..., apoyando su cabeza en su regazo... “¡Perdóname!”, le dice a su madre, “¡ya no lo volveré a hacer!”..., y su madre le acaricia...
Rosa y Katya, casi automáticamente se separan del grupo y se dirigen al joven hare hare que está repartiendo los volantes... Debe tener dieciocho años bien clavados..., es bajo de estatura, trigueño, está peloncito, con un mechón de cabello en el centro del cráneo... Viste ropa de color azafrán y huele a limpieza...
–Seguro que ese joven no quiso estudiar ni trabajar y se fue a meter en la comunidad de los hare hare -dice de repente un señor a otro-. ¡Pobre muchacho, cuánto lo explotarán!
–Sí… Mi hijo dice que allí llegan los vagos, los parias, los proscriptos...
–Los alucinados, ji, ji, ji -dice un tercero.
–Lo que no comprendo es cómo se dejan explotar estos muchachos...
–Mmmm...
–Otros dicen que los pelados la pasan bien…
Las muchachas, se acercan al joven en cuestión y Rosa le dice:
–¿Podemos hablar contigo unos minutos? Por favor…
–¡Claro! –dice el joven. Pero las chicas lo sacan de su grupo e intentan llevarlo fuera del alto volumen del canto y la música. De pronto, el joven se resiste...
–No temas –le dice Katya, algo divertida por la actitud de muchacho.
–No, no temo –contesta él–, pero prefiero mantenerme cerca de mi grupo.
–Okey, okey –responde Rosa– Solo se trata de una invitación. Queremos invitar a tu comunidad para que participen de nuestras manifestaciones más oficialmente, con más compromiso o más responsabilidad.
–¡Aah!, comprendo, para eso tienen que hablar con nuestros guías espirituales.
–¿Están aquí? –pregunta Katya señalando con el rostro al grupo danzante...
–No, no están aquí, pero ustedes pueden acercarse a nuestra dirección, en este volante está indicado como llegar...
–¿Cuál es tu nombre? –le pregunta Rosa antes de que el muchacho se aleje definitivamente.
–Mi nombre es Radha Kripa das.
Y las chicas agradecidas le reciben el volante y lo dejan volver a su grupo, donde el joven continúa con sus reparticiones e invitaciones...
–Me dio ganas de acariciarle la cabeza peloncita –le dice Katya a Rosa sonriendo con picardía.
–¿De veras?, a mí también, lo vi tan limpio y tan puro...
–Tenemos que decidirnos ya, sí o sí, ir a su comunidad, ya no caben más postergaciones.
–¿Mañana domingo?
–¿No será mejor el lunes?
–Mmmm...
Nuevamente, las amigas se encuentran divagando...







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