martes, 5 de diciembre de 2023

DICIEMBRE

Mes de fin de año, mes de cumpleaños, celebraciones, aniversarios, Navidad..., nuevas promesas..., nuevos sueños..., nuevo año...

Para mi familia, empezamos este mes con el cumpleaños de mi padre, Donato Abarca Roselló, hoy cuatro de diciembre. Mi padre nació en 1910, cuando se vivía el comienzo de la primera guerra mundial y la segunda revolución industrial, que dio origen a nuevas fuentes de energía como el gas, la electricidad, el petróleo; a nuevos medios de transporte como el avión, el automóvil y nuevas máquinas a vapor; y a nuevos medios de comunicación como el teléfono, la radio... Y mi padre, recuerdo, cómo festejaba todo este avance científico y tecnológico, porque él creía que la ciencia, enemiga de la religión, acabaría con todos los problemas del cielo, mar y tierra, y lograría la paz en la humanidad; pero no fue así.... Solo fueron hermosos sueños... ilusos, porque las guerras continúan acrecentando la industria armamentista; y en lugar de hermanarnos, la élite "maligna" fomenta fobias y genocidios.
Mi padre, si bien llegó a conocer las bondades del computador, ya no conoció la era de internet..., esta en que nos manejamos con un aparatito pequeñito que nos mantiene conectados a través de las redes sociales.
En su tiempo, mi padre viajaba con su máquina de escribir marca Olympia, así como nosotras, sus hijas mayores, cargábamos un tocadiscos (marca Philips) para escuchar nuestra música de la nueva ola; sobre todo mi hermana Silvana, tan amante de Los Iracundos, Raphael, Palito Ortega, Rita Pavone...
Hoy, gracias a estas redes sociales he contactado con un primo mío muy cercano, hijo de mi tío Eleuterio, primo de papá; quien para alegría y sorpresa mía, me envió recuerdos de esta fecha del natalicio de mi padre; entre ellos, el recuerdo de que mi padre le había enseñado mecanografía... "¡Como a mí!", le comenté a este primo mío... Yo me sentía orgullosa de mecanografear sesenta palabras por minuto, nunca logré superar la velocidad de mi padre... Aunque después, todos fuimos testigos de cómo la mecanografía pasó de moda y se fue al baúl de los recuerdos, como las fotos de rollos y tantos otros mecanismos.
No voy a teñir aquí estas bondades de mi padre con el color de sus defectos..., eso se hace en vivo y en directo; si se dejó pasar, ya fue nomás, pues...
Hoy solo quiero resaltar el más grande regalo que mi padre nos otorgó y del cual yo fui la más grande beneficiada: su biblioteca personal... que compartía con mi madre y con nosotras, sus hijas mayores... Aun conservo en mi mente esos estantes llenos de libros de todas las materias, entre los que más me atraían... aquellos que me hacían conocer el mundo...; mientras él revisaba sus escritos... que publicaba en los diarios: "La Industria" de Trujillo, y "Los Andes" de Puno... Entonces, yo todavía no comprendía la magnitud de lo que este proceso de escribir conlleva... Pero ahora puedo decir que esa inclinación se la debo a él y a mi madre que también cargó con ese mismo bichito que le transmitió su padre, mi abuelo Santiago Pereda Hidalgo.
Este mes de diciembre, decía, se viene con varios cumpleaños, los de mis sobrinas y sobrinos y cuñados..., amigos...; se viene el trece, día de Santa Lucía en Suecia..., y yo comeré los tan mentados y extrañados Peppa Kakor, que mi sobrina Ela ha traído consigo en su largo viaje por la vida...
¡Feliz cumpleaños papá Donatello!





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