Es como si se repitiera una y otra vez la famosa guerra de Kurukshetra, llevada a cabo hace cinco mil años -más o menos- en lo que hoy es India. Las escrituras védicas dicen que esa fue la primera gran guerra del mundo o primera guerra mundial, donde pelearon familias enteras contra familias enteras… Abuelos, maestros, padres, hermanos, hijos, nietos, tíos, suegros, cuñados, amigos bienquerientes, todos…, todos dispuestos a perder su vida y sus riquezas… por el poder…
Claro, a nosotros “occidentales” se nos habla solamente de las guerras griegas, romanas…, con sus héroes y villanos, las revoluciones y las dos guerras mundiales del siglo XX; dicho sea de paso, pintándonos la historia a su conveniencia; por eso, una vez más les recuerdo que no se dejen engañar, no caigan en la boca del lobo… Investiguen, cuestionen, no se fíen del CNN, del Times, del País, del Comercio, del Mercurio, y de toda esa prensa corporativa corrupta que crea la mismísima guerra psicológica para reclutar a su manada.
Los Vedas señalan que India era todo el planeta, BHARATA, una sola raza, un solo suelo, era el universo recién acabadito de hacer -de ser creado- por la diosa Saraswati y el dios Brahma, hijos o manifestaciones de la diosa Lakshmi y del dios Vishnu, cuyo origen, de ambos, son Radha y Krishna; teniendo en cuenta que en India se venera a las divinidades en pareja, siempre en pareja, porque consideran que son dos las fuerzas creadoras, el dos nacido del uno y que se multiplica en la infinitud de seres hasta ser nuevamente incorporados todos en la unidad.
Y, como todo lo que nace, o se crea, se desgasta…, asimismo, el planeta tierra (llamado Pachamama, Bhumi, Gea o Gaia…, que es representación de Lakshmi, diosa de la fortuna personificada) pasó de la edad de oro a la edad de plata, cobre y hierro, gradual y sucesivamente -según los griegos-. La cultura védica también los denomina así, de la perfección a la degradación, presentando -cada era o yuga- sus propias características: satya yuga (edad de oro), treta yuga (edad de plata), dvapara yuga (edad de cobre) y kali yuga (edad de hierro). Y justamente, hace cinco mil años es que nos encontramos en la era de Kali, dominada por la energía de la destrucción, cuyas semillas se propagan como reguero de pólvora: la hipocresía, la ira, la codicia, la riña, la violencia, la crueldad, las guerras… que nos están llevando a la destrucción.
Estas son las guerras de las dos energías, claras y oscuras, buscando su equilibrio y armonía. Recordemos que la energía femenina ha estado cruelmente sometida por la supremacía de la energía masculina, y que ahora se está liberando para conseguir el equilibrio, paz, armonía y amor con ese su homólogo masculino; quien al mismo tiempo -ese homólogo masculino "ciego por la codicia"-, en su forma de potencias occidentales, todavía "está peleando consigo mismo": hombres contra hombres peleando por obtener un poder que no les corresponde.
Así se repite simbólicamente la guerra de Kurukshetra una y otra vez…, como en un espejo… Los buenos y los malos, los pandavas y los kauravas, los anglosajones y los pueblos originarios, los anglosajones y los africanos, los anglosajones y los indios (hindúes), los anglosajones y los árabes, los anglosajones y los rusos, los anglosajones y los chinos…; ¿dónde no están metidos los anglosajones?... Los anglosajones son USA y Europa…, ellas son las villanas…, pero no su gente, ojo, sino sus líderes demoníacos.
Solo necesitamos comprender ese juego... de esas dos energías divinas…, para efectuar sus bodas alquímicas en nuestra mente y corazón…; para dar lugar a un estado de conciencia superior, unitario, divino, gozoso; donde la dualidad no existe, el bien y el mal son un mito… y solo existe "ananda", la bienaventuranza; y más allá… se encuentra el origen de ananda: el Amor Divino manifestado en una pareja, la pareja divina: Radha y Krishna, quienes son el placer bienaventurado, el éxtasis supremo.
A mi ver, esa es una maravillosa lógica.
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