El cantautor chileno, que defendió con su música la lucha obrera y el reparto de la tierra para los campesinos, fue brutalmente asesinado el 16 de septiembre de 1973. Tras ser golpeado con un sadismo irracional y haberle arrebatado sus dos armas más poderosas: las manos con las que tocaba su guitarra y la lengua con la que cantaba sus canciones.
. . . Víctor Jara murió después de recibir 44 tiros. Sus captores, militares que secundaron el golpe de Estado de Pinochet, abandonaron el cuerpo del cantautor junto al resto de disidentes asesinados, creyendo que la historia terminaba allí, pero la voz de Víctor Jara sigue cantando...
Manifiesto
Plegaria de un labrador
Te recuerdo Amanda
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