lunes, 21 de noviembre de 2022

SOBRE LA NOBLEZA INCA

¿QUÉ PASÓ CON LA NOBLEZA INCA Y SUS DESCENDIENTES TRAS LA CONQUISTA ESPAÑOLA?

¿Los españoles los exterminaron? ¿Los esclavizaron? ¿El linaje se perdió?
Contrario a lo que se cree, con la muerte de Atahualpa la nobleza inca no terminó, sino continuó y con mucho prestigio y poder.
El Consejo de los 24 Electores Incas del Qosqo (Alférez Real de los Incas) fue una institución de sumo prestigio creada por el rey Felipe II con la intención de honrar, privilegiar y dar poder a la familia real Inca y sus descendientes, tanto de sangre como mestizos.
Inicialmente sus miembros eran cuidadosamente admitidos por los funcionarios de la dicha institución en el siglo XVI y XVII.
El proceso era muy riguroso, pues para los reyes españoles los "reyes del Tahuantinsuyo" Al ser reyes de un vasto imperio, estaban a su mismo nivel y por ello debían ser tratados como reyes.
Muchos integrantes de este Consejo incluso viajaron al viejo mundo, casándose con damas de la alta realeza europea. Es por ello que incluso todavía se podría encontrar descendientes Incas en Europa.
Este consejo estaba integrado por 24 nobles Incas católicos que pertenecían a la Casa Real Hurin Qosqo y Hanan Qosqo y se admitía a 2 miembros de cada Panaca o Ayllu Real.
El poder de esta familia Inca era de tal magnitud que muchos de ellos (por no decir casi todos) ocuparon cargos virreinales e incluso tenían la potestad de declarar la guerra. Un ejemplo de ello lo encontramos en 1780, cuando le declaran la guerra a TupacAmaruII, enviando a Pedro Apo Sahuaraura Inca a combatirlo quien murió, junto a muchos de sus soldados indígenas, en defensa de la Corona española en la Batalla de Sangarará.
Fue después de la Independencia cuando esta institución comenzó a desaparecer y con ella a los descendientes directos de la gran panaca real, perdiéndose, por lo tanto, los vestigios de los descendientes de los Incas que forjaron el Tahuantinsuyo.
FUENTE: David Patrick Cahill, Blanca Tovías (2003). Elites indígenas en los Andes: nobles, caciques y cabildantes bajo el yugo colonial. Editorial Abya Yala. Lima-Perú.



martes, 1 de noviembre de 2022

DE SANTIAGO MATAMOROS A SANTIAGO MATAINDIOS

De Crónicas Santiaguinas, Facebook.com

Santiago el mayor, apóstol y discípulo de Jesús.

El 25 de julio la iglesia católica romana celebra la fiesta de Santiago. En España el culto a Santiago apóstol fue intenso durante la Edad Media, época en que fueron descubiertos sus restos en Compostela. En ese lugar se levanta un gran santuario. Los españoles que habitaban los dominios americanos de la corona española, consideraron que la conquista de estas tierras tenía una semejanza con las campañas que se llevaron en la península ibérica, para expulsar a los musulmanes que los dominaron a lo largo de casi ochocientos años.

En 844, el rey de Asturias Ramiro I se enfrentó en la Batalla de Clavijo a los musulmanes, derrotándolos e iniciando la llamada Reconquista Española que culminó con la creación del Reino de Castilla.

Según la leyenda, este triunfo cristiano contó con la ayuda de la aparición milagrosa de Santiago Apóstol, quien montado en un caballo blanco y armado con espada acompañó y derrotó a los “infieles”. Este acontecimiento fue plasmado en el arte español bajo el título de Santiago Matamoros, existiendo a partir del período medieval numerosas pinturas que lo reproducen, como este óleo del pintor sevillano Lucas Valdés Carrasquilla de 1690, que se expone en el Museo de Bellas Artes de su ciudad.

Ahora bien, la conquista del Incanato, con la toma de la ciudad de Cajamarca y la captura de Atahualpa en 1532, fue considerada como un acontecimiento semejante a lo sucedido en España con la derrota del Islam en la Batalla de Clavijo. Aquel Santiago Matamoros se transformó en Santiago Mataindios.

El tema fue difundido por las órdenes religiosas que evangelizaron la región y que encontraron resistencia en los pueblos que continuaban practicando sus ritos.

Como es frecuente en las obras virreinales, el fondo neutro y oscuro no demuestra profundidad; sólo la figura del jinete destaca cierto volumen y los nativos indican su posición a través de una sucesión de planos. La imagen de Santiago, de mayor tamaño (perspectiva jerárquica), muestra su condición divina.

Santiago luce una túnica rosada decorada con una serie de adornos en tonos plateados, al igual que los arneses y estribos del caballo. El ejército inca, por el contrario, tiene las vestimentas típicas de la región que se parecen a las mantas y ponchos que usaban. Llevan en la cabeza un adorno en forma de trapecio y con remate curvo que indicaba su condición guerrera.

En el ángulo inferior izquierdo vemos el retrato de un personaje de la época, totalmente ajeno a la acción y dirigiendo su mirada al espectador. Dada su postura y posición, muy probablemente se trate del comitente que encargó la obra.

La idea de "Santiago Mataindios" llegó a América durante la época de la conquista europea. Se dice que Santiago vino para matar a los infieles, es decir aquellos que no profesan la religión considerada verdadera.

En el Perú se menciona el milagro de la aparición del apóstol Santiago para ayudar a los españoles en sus guerras contra los indígenas. Jesucristo llamó a Santiago: "hijo del trueno" (Boanerges). En el mundo andino Santiago también ha sido relacionado con el dios del trueno Illapa, cuyo culto se extendió en el sur andino. Dentro de esta creencia se presenta una idea providencialista que busca ser símbolo para legitimar la conquista española como guerra santa. Por esta razón se mencionó la aparición de Santiago durante los días que la ciudad del Cusco fue sitiada por Manco Inca.
En la actualidad la fiesta de Santiago se celebra en Santiago de Chuco y en varias regiones del Perú.